¿Qué es la calefacción por acumuladores de calor?

¿Qué es la calefacción por acumuladores de calor?

Muchas personas cuentan con calefacción eléctrica en su hogar. Este sistema es cómodo y eficaz, pero también puede disparar la factura de la luz en invierno. Para evitar que esto suceda, la mejor opción es la calefacción eléctrica por acumuladores.

¿Quieres saber qué es y cómo funciona la calefacción por acumuladores? Te lo contamos todo en este artículo.

¿Qué son los acumuladores de calor?

Los acumuladores de calor son sistemas de calefacción que almacenan el calor en su núcleo, generalmente de bloques cerámicos, y lo liberan en el momento deseado.

El principal beneficio de la calefacción por acumulador de calor es que podemos contratar una tarifa con discriminación horaria y cargar las resistencias en las franjas valle y supervalle, cuando el precio de la luz es más económico.

Estos aparatos transforman la energía eléctrica en energía térmica a un coste muy reducido. El calor se puede liberar en el momento del día que lo necesitemos.

Ventajas de la calefacción por acumuladores de calor

La calefacción eléctrica por acumuladores es un sistema limpio y económico que nos ayuda a no pasar frío en invierno sin que la factura de la luz se dispare. Además, los acumuladores de calor tienen muchos más beneficios:

Diseño compacto y estético

El diseño compacto de los acumuladores permite integrarlos en la decoración del hogar sin problemas. Se colocan junto a la pared, de forma similar a los radiadores de agua, con la ventaja añadida de que no quedan tuberías a la vista.

No se producen fugas de líquidos

En otros sistemas como los radiadores de agua o de aceite, se pueden producir fugas. Sin embargo, los acumuladores de calor no funcionan con líquidos, por lo que no presentan este riesgo.

No tienen pérdidas de calor

Los sistemas de calefacción por acumuladores están preparados para cargar solo la energía necesaria. Por este motivo, no consumen electricidad de más ni producen pérdidas de calor.

Ahorro y confort a partes iguales

Los acumuladores están pensados para cargar la energía en los horarios más económicos, lo que permite ahorrar entre un 50 y el 60% de consumo eléctrico en comparación con otros tipos de calefacción eléctrica. Por otra parte, podemos disponer del calor en el momento del día que queramos, por lo que el confort está asegurado.

Instalación sencilla y bajo mantenimiento

La calefacción por acumuladores se instala sin obras. Solo necesitas un enchufe en el lugar donde lo quieras colocar. Su mantenimiento es mínimo: una limpieza anual y cambiar las pilas de los cronotermostatos cuando sea necesario.

Muchos modelos tienen la posibilidad de integrar un sistema de gestión remota para optimizar la carga y descarga.

Tipos de acumuladores de calor

La calefacción eléctrica por acumuladores puede ser estática o dinámica. También existen tipos mixtos con los que es posible realizar una descarga combinada.

Acumuladores de calor estáticos

Los acumuladores de calor estáticos son los más sencillos. Liberan la energía calorífica por convección y por radiación.

La convección transfiere el calor desde un objeto con alta temperatura (las resistencias) a otro con temperatura más baja (el aire de la habitación). La descarga de calor se realiza a través de trampillas que se pueden ajustar mediante un mando exterior.

Mediante la convección se controla una quinta parte de la descarga de calor. El otro 80% de calor obtiene a través de la radiación del aparato y no se puede regular.

Este sistema proporciona una temperatura constante, por lo que es recomendable para viviendas habitadas permanentemente.

Acumuladores de calor dinámicos

Los acumuladores de calor dinámicos tienen un aislamiento más eficaz y ofrecen mayor control sobre la descarga del calor.

La transmisión de la energía calorífica se produce a través de una turbina o ventilador que impulsa el aire. Al contrario que los estáticos, el 20% del calor se produce por radiación y el 80% restante se puede regular mediante termostatos externos e internos.

Gracias a este sistema, es posible controlar con mayor precisión la temperatura de cada zona de la casa. Además, se pueden integrar en sistemas domóticos para gestionar la temperatura a distancia.

¿Qué sistema de acumulador de calor me conviene más?

La elección de un tipo u otro de calefacción por acumulador de calor depende de varios factores.

  • En primer lugar, conviene tener en cuenta el coste de los acumuladores. El precio del sistema estático es mucho más económico que el de los acumuladores dinámicos. Sin embargo, estos últimos permiten controlar con mayor precisión el consumo y el reparto del calor.
  • En segundo lugar, el tipo de calefacción por acumuladores se debe elegir de acuerdo con el estilo de vida y al número de personas que viven en casa.
  • En general, en las viviendas con niños pequeños o personas mayores suelen necesitar una temperatura constante a lo largo de todo el día. En este caso, los acumuladores estáticos pueden ser la mejor opción mantener el confort controlando el consumo.
  • Por el contrario, si las personas que habitan en casa suelen pasar la mayor parte del día fuera por trabajo o estudios, las necesidades de calor serán más específicas y solo en ciertos horarios. En este caso, lo más recomendable es optar por acumuladores de calor dinámicos.

Con los acumuladores dinámicos podemos controlar la temperatura en cada momento del día y en cada zona. De esta forma, se puede conseguir un confort óptimo cuando estamos en casa y evitamos descargar calor cuando estamos ausentes.

Finalmente, hay que analizar si el desembolso inicial se podrá amortizar con el ahorro en la factura eléctrica. Por este motivo, antes de elegir un sistema de calefacción por acumuladores conviene dejarse aconsejar por un experto que valore las necesidades específicas de nuestro hogar.