Suelo radiante

Sin duda, habrás oído hablar del suelo radiante. Si has pensado en instalarlo y te interesa saber cómo funciona, qué precio tiene y sus ventajas e inconvenientes, te lo contamos todo en este artículo.
Qué es el suelo radiante
El suelo radiante es un sistema de calefacción que funciona por impulsión de agua caliente a una temperatura media de 40-45ºC. El suelo radiante emite y distribuye el calor de manera muy homogénea, sin que queden zonas más frías que otras, como sí sucede con otros sistemas de calefacción, que obligan a subir la temperatura con el consiguiente aumento del gasto energético. Además, una instalación de suelo radiante mantiene la humedad natural de la estancia y evita la sensación de zona recalentada, como ocurre con otros sistemas de calefacción.
El sistema más habitual es el que te hemos explicado con anterioridad. Sin embargo, también existe la opción de suelo radiante eléctrico, que ofrece diversas alternativas:
- Sistema de cable calefactor dispuesto en forma de serpentín.
- Sistema de malla. Se trata de un sistema de cables calefactores ya instalados en una malla de fibra de vidrio o polietileno.
- Folio radiante en seco. Se instala directamente debajo del suelo escogido sin usar cemento. Por ello, el suelo debe ser una tarima flotante, parqué o suelo laminado, ya que no es posible instalarlo bajo suelos de cerámica que requieran de mortero para ser fijados.
El suelo radiante eléctrico es más simple de instalar, aunque necesita que la vivienda tenga una mayor potencia eléctrica contratada, encareciendo la factura eléctrica.
Cómo funciona un sistema de suelo radiante
El sistema de suelo radiante se compone de un entramado de tuberías de plástico, normalmente de polietileno reticulado o polibutileno, que se instalan en forma de serpentín, doble serpentín o espiral, por donde circula el agua caliente a unos 45ºC. Te detallamos los elementos que integran la instalación.
- Cajas de colectores. Suelen estar empotradas en los tabiques y de ellas parten los circuitos de suelo radiante hacia cada estancia.
- Banda de espuma de polietileno. Esta banda perimetral se coloca en las paredes de las estancias a calefactar, desde la base hasta el pavimento. Su función es absorber las dilataciones del mortero producidas por los cambios de temperatura al calentarse y enfriarse el sistema y, además, actúa como aislante lateral.
- Film de polietileno. Sirve como elemento antihumedad entre el suelo base y el resto de la instalación.
- Paneles aislantes. Sujetan los circuitos y facilitan su colocación.
- Tuberías de polietileno o polibutileno por donde circula el agua caliente.
- Mortero de cemento. Cubre toda la instalación calefactable con un espesor medio de 5 centímetros. Sobre él se colocará el pavimento escogido, que puede ser de piedra, cerámica u otros materiales.
El agua caliente circula por las tuberías cediendo el calor, a través del mortero y el pavimento. La transferencia de calor se realiza mediante radiación, conducción y convección. Te explicamos la diferencia entre los tres mecanismos físicos de esta transferencia:
- Radiación. Se produce sin que los cuerpos estén en contacto. El calor emana a través de ondas electromagnéticas.
- Conducción. Se produce entre dos superficies a diferente temperatura que están en contacto. El calor fluye a través de la superficie más caliente hasta la más fría, produciendo un equilibrio térmico.
- Convección. Es un fenómeno físico que se da en líquidos y gases. Las partes más calientes del fluido ascienden hacia las zonas más frías y generan una circulación continua que transmite calor.
Rango de precios para instalar suelo radiante
Para poder calcular el coste de la instalación de un suelo radiante se tienen en cuenta los metros cuadrados a calefactar y el tipo de suelo radiante que se vaya a instalar.
El rango de precios oscila entre los 40 y los 80 €/m2, según se opte por el suelo radiante eléctrico o de agua.
La diferencia la marca la mayor complejidad de la instalación del suelo radiante por agua, que además debe contar con una caldera o bomba de calor que, en caso de no estar instalada, encarecerá aún más el presupuesto. Por otro lado, este sistema proporciona un mayor ahorro energético y es el más recomendable para casas grandes.
El presupuesto final dependerá de varios factores:
- La mano de obra necesaria.
- La calidad de los materiales empleados.
- El sistema de suelo radiante escogido.
- Los metros cuadrados a calefactar.
- Si se trata de una vivienda ya construida y se ha de levantar el suelo o bien se trata de una nueva construcción.
Pide siempre un presupuesto lo más detallado posible para evitar sobrecostes.
Ventajas y desventajas del suelo radiante
Como cualquier sistema de calefacción, el suelo radiante, por agua o eléctrico, presenta una serie de ventajas e inconvenientes que te contamos a continuación.
Ventajas de la instalación del suelo radiante
Te detallamos las ventajas de este sistema:
- El suelo radiante por agua presenta un rendimiento elevado, ya que utiliza un pequeño caudal de agua a una baja temperatura que requiere poca energía. En el caso del suelo radiante eléctrico, demanda una mayor cantidad de energía, por lo que es más adecuado para viviendas pequeñas.
- Promueve el uso de energías renovables. Puede combinarse con sistemas de generación de energía limpia y renovable, como la instalación de placas solares, aumentando la calificación energética de la vivienda.
- Libera el espacio de elementos destinados a la calefacción.
- Mayor sensación de confort, ya que el calor se reparte de forma uniforme, sin corrientes de aire, reduciendo el movimiento de partículas de polvo y creando, por tanto, un ambiente más limpio y sano.
- El suelo radiante por agua ofrece la opción de enfriamiento, ya que puede hacer circular agua fría por la misma red de tuberías. Esta opción es adecuada en lugares geográficos con baja humedad del aire para evitar la condensación.
- Suele instalarse por estancias, cada una de ellas provista de su propio termostato. De este modo, puedes calentar solo la habitación que te interese con el consiguiente ahorro de energía.
Desventajas de la instalación de suelo radiante
Las posibles desventajas de una instalación de suelo radiante son las siguientes:
- Alto coste de instalación. El suelo radiante debe verse como una inversión a largo plazo. Su efectividad y bajo consumo, si se combina con un sistema de autoconsumo, compensa el coste inicial.
- Instalación más compleja. Evidentemente, al requerir el levantamiento del piso de la vivienda, es mejor si se instala al realizar una rehabilitación o cuando se trata de una nueva construcción.
- No se adapta bien a los cambios bruscos de temperatura. El suelo radiante necesita más tiempo para calentar o enfriar las estancias. Este inconveniente se soluciona fácilmente previendo esta circunstancia y encendiendo o apagando el sistema con antelación. Puedes instalar un termostato inteligente para activarlo antes de llegar a casa.
Suelo radiante vs radiadores
¿Vas a realizar una reforma y te planteas cambiar los radiadores por otro sistema de calefacción? ¿Estás construyéndote una vivienda y estás pensando en instalar suelo radiante? Si, por cualquier circunstancia, dudas entre una instalación u otra, te contamos las diferencias principales entre los radiadores y el suelo radiante:
- Los radiadores funcionan por convección, uno de los tres mecanismos físicos por los que se produce la transferencia de calor. El calor generado asciende hasta el techo calentando el aire más frío y creando, así, un flujo de circulación que provoca áreas más cálidas cerca de los radiadores y áreas más frías en el resto de la estancia. Ello puede generar un ambiente sobrecalentado en algunas zonas, lo que puede obligar a abrir alguna ventana para refrescar un poco el aire, con el consiguiente desperdicio de energía. Esto no sucede con el suelo radiante, ya que calienta toda la habitación de manera homogénea.
- El calor que emanan los radiadores reduce la humedad y reseca el ambiente mientras que la instalación de suelo radiante mantiene la humedad natural de la habitación
- La instalación de radiadores suele estar centralizada en un solo termostato, por lo que se calientan habitaciones sin necesidad y aumenta el gasto. El suelo radiante se coloca por zonas independientes, permitiendo así seleccionar qué estancias reciben calor.
- Los radiadores requieren un espacio físico en las paredes de cada habitación, condicionando la colocación del mobiliario. El suelo radiante permite disponer de un espacio libre de objetos calefactores.
Optar por uno u otro sistema depende del momento en que se haga. Son varios los factores a valorar, como el coste, la oportunidad de aprovechar una rehabilitación e, incluso, el clima del lugar. No dudes en asesorarte bien antes de decidir qué sistema de climatización es el más conveniente para tu hogar.