Cómo ahorrar luz en la cocina: vitrocerámica vs inducción

¿Placas de vitrocerámica o inducción?

La cocina es una de las estancias del hogar en la que se produce uno de los mayores gastos de electricidad. Tostadora, exprimidor, cafetera, extractor de humos, lavavajillas, nevera, horno, robots de cocina… Todo ello sin contar la placa de vitrocerámica o inducción.

Puesto que la cocina requiere de mucha electricidad para funcionar a lo largo del día, es importante tomar una buena decisión a la hora de instalar placas de vitrocerámica o de inducción. En este artículo te hablamos del consumo de cada una de estas opciones y te damos algunos trucos para ahorrar electricidad en la cocina.

¿Cuánto consumen las placas de vitrocerámica?

Las placas de vitrocerámica son las que llevan más tiempo en el mercado. En su momento, fueron una alternativa muy popular a las tradicionales cocinas de gas, puesto que presentaban algunas ventajas muy atractivas:

  • Fáciles de limpiar.
  • Estética mejorada.
  • Instalación sencilla.
  • Compatibles con todo tipo de ollas y sartenes.
  • Precios competitivos.

Todo ello convirtió a la vitrocerámica en una gran alternativa frente al gas, pero no hay que olvidar que también presenta algunos inconvenientes:

  • Cogen calor más lentamente que el fuego o la inducción.
  • Hacen subir las facturas de la luz, puesto que consumen una cantidad considerable de electricidad.

¿Cuánto consumen las placas de inducción?

Las placas de inducción, por otra parte, se introdujeron en el mercado algunos años más tarde, es decir, son más modernas en todos los sentidos. Su funcionamiento no está basado en el calentamiento de unas resistencias internas como la vitrocerámica, sino que la inducción crea un campo magnético que, al entrar en contacto con las ollas y sartenes, genera energía calorífica.

Este sistema, más desarrollado y complejo que la vitrocerámica, tiene muchas ventajas:

  • Calienta mucho más rápido, incluso más que el fuego, lo que proporciona un ahorro energético de un 20 % respecto a la vitrocerámica.
  • Puesto que la energía calorífica proviene del campo magnético creado entre la placa de inducción y el recipiente con el que cocinamos, ofrecen una mayor seguridad. Cuando retiramos la olla, el campo magnético se interrumpe, con lo cual la placa deja de emitir calor y no se produce calor residual.
  • Al igual que las placas de vitrocerámica, las placas de inducción también son fáciles de limpiar, presentan una estética mejorada respecto a las primeras y no requieren de una instalación complicada.

Entre las desventajas de las placas de inducción podemos resaltar dos principales:

  • Su precio es más elevado que la vitrocerámica.
  • Solo funcionan con ollas y sartenes de inducción, con lo cual la inversión inicial puede aumentar considerablemente.

Sin duda, la inducción es el sistema más eficiente que existe en la actualidad. Además, la rapidez al calentar y el bajo consumo energético convierten a las placas de inducción en una solución sostenible.

Trucos para ahorrar en la factura de luz desde la cocina

Además de optar por una alternativa sostenible como la inducción, también hay una serie de hábitos de consumo que puedes incorporar a tu rutina cotidiana para mejorar la eficiencia y gastar menos energía en la cocina.

  • Utiliza ollas a presión. Este tipo de ollas trabajan de forma rápida y eficiente, por lo que ayudan a consumir menos energía durante los tiempos de cocción.
  • Cocina con tapa. Si mientras cocinas utilizas las tapas de las ollas y sartenes, reducirás considerablemente las pérdidas de calor, con lo cual podrás ahorrar en potencia de las placas y, en consecuencia, en la factura de la luz. Se calcula que cocinar sin tapa provoca un aumento del 15 % en el consumo.
  • El tamaño importa. Las ollas y sartenes que utilices deberían ser del mismo diámetro que la zona de cocción. Si el recipiente es demasiado grande, habrá zonas donde no llegue el calor, con lo cual tardarás más en cocinar los alimentos.
  • No olvides la discriminación horaria. Con la nueva tarifa 2.0TD, el momento del día en que cocinas también puede importar. Si tienes una tarifa con tramos horarios, planifica tus horas de cocina para que encajen con alguna de las franjas horarias más baratas. Puedes cocinar durante el periodo llano, a primera hora de la mañana, o entre las dos y las seis de la tarde.
  • Hierve agua ya caliente. Si tienes que hervir pasta o arroz, no llenes la olla con agua fría. En vez de eso, deja que el agua salga algo caliente del grifo para que no tengas el fuego encendido durante demasiado tiempo.

Si estás pensando en renovar tu cocina, no lo dudes más: la inducción es la solución más eficiente y no implica ninguna instalación compleja como las cocinas de gas.

La inducción es una gran opción para ahorrar en las facturas de la electricidad. No solo ahorrarás dinero por lo eficiente de su sistema, sino que también ahorrarás tiempo, ya que te permite cocinar mucho más rápido que la vitrocerámica.