El consumo del *standby*

Consumo del standby o consumo fantasma

El consumo del standby, popularmente conocido como consumo fantasma, sigue siendo un factor muy relevante de la factura de la luz en España. Esos pequeños leds que se quedan encendidos 24/7 suponen un gran gasto a lo largo del año y, a pesar de las múltiples advertencias, muchas personas siguen sufriéndolo incluso sin saberlo.

Si quieres saber más acerca del standby, su coste anual o cómo reducir el consumo fantasma, sigue leyendo este artículo.

¿Qué es el consumo fantasma?

El consumo standby o consumo fantasma es aquel que se produce cuando un aparato eléctrico se queda en modo de espera. Es decir, cuando dejamos de ver la televisión, por ejemplo, simplemente la apagamos con el mando hasta la próxima vez que nos apetezca. Sin embargo, esta sigue consumiendo energía eléctrica debido a ese pilotito rojo que siempre está ahí, a la espera de que volvamos a encenderla.

A pesar de que se trata de una pequeña lucecilla que parece insignificante en el día a día, su gasto potencial a largo plazo es bastante alto, sobre todo si sumamos los diferentes aparatos eléctricos que suelen quedarse en standby en un hogar. Incluso si no existe un indicador de este modo, puede que un aparato siga consumiendo energía, tal como ocurre con el cargador del móvil o del ordenador portátil.

¿Cuánto supone al año el consumo standby?

Si nos fijamos en el precio de la factura de la luz de forma anual, el consumo fantasma puede suponer entre un 7 y un 11 % del consumo de un hogar. Si lo pasamos kWh, esto supone unos 231 kWh al año de los 3.487 kWh que gasta de media un hogar en España. Si trasladamos todos estos números a euros, el standby supone entre 32 y 58 euros de gasto anual en la factura de la luz, una cantidad nada despreciable en muchos hogares.

El precio de la luz no es estable a lo largo de los años, por lo que estos números podrían aumentar considerablemente en el futuro dependiendo de la tarifa eléctrica que tengas. El consumo standby se produce a todas horas, lo que significa que incluso en las horas punta, cuando el precio del kWh es el más caro en las tarifas con discriminación horaria, seguiremos consumiendo electricidad de manera recurrente.

Cómo reducir el consumo fantasma

Por suerte para los consumidores, existen muchos métodos para reducir el consumo standby casi a su mínima expresión. Aunque haya que invertir un poco de tiempo y acordarse de hacerlo diariamente, al final del año esto supondrá un buen ahorro para nuestro bolsillo. A continuación, encontrarás algunos trucos y consejos para reducir el consumo fantasma.

Desenchufa los electrodomésticos cuando no los estés utilizando

Para lograr que los aparatos eléctricos no consuman ni una «gota» de energía, lo mejor es desenchufarlos de la red eléctrica. Sí, es verdad, se trata de un proceso algo incómodo, pero también es lo más barato. Esto aplica especialmente a los varios cargadores de móvil que nos dejamos enchufados por toda la casa y que siguen sacándonos algunos euros del bolsillo.

Recuerda que algunos aparatos eléctricos tienen un botón de On/Off, así que haz uso de ellos siempre que puedas. Si no disponen de uno, desenchufarlo es la primera opción. Otra medida más drástica es bajar los magnetotérmicos que correspondan en el cuadro de la luz, aunque también es una opción bastante incómoda. También existen otras alternativas.

Utiliza regletas con botón de apagado

Las regletas de enchufes que disponen de ese botón rojo de On/Off son, sin duda, la mejor forma de reducir el efecto del standby. Son cómodas y fáciles de utilizar, son bastante baratas y podemos manejarlas a gusto. Además de proporcionarnos más enchufes, lo cual es genial, también nos permiten apagar totalmente todos los aparatos eléctricos conectados, lo cual elimina por completo el consumo fantasma.

Pero ojo, ten cuidado, porque es un arma de doble filo. Cuando el botón de la regleta está en On se enciende una luz, ¿verdad? Pues esto también produce un consumo fantasma, así que, si no la utilizamos adecuadamente, el consumo fantasma aumentará en lugar de reducirse. Debes saber que también existen regletas inteligentes que son capaces de detectar cuando un aparato eléctrico no está siendo utilizado. Cuando esto sucede, la corriente eléctrica se corta de manera automática. Es una solución mucho más cómoda, pero también más cara.

Enchufes inteligentes, el «modo pro» de acabar con el efecto del *standby

Los enchufes inteligentes son, sin duda, la solución tecnológica más avanzada para reducir el consumo fantasma. Estos se conectan a la red de wifi y pueden ser controlados a distancia desde un smartphone. No solo eso, sino que son totalmente programables, lo que quiere decir que podemos establecer sus horas de uso o cuándo queremos que se apague, toda una ventaja para reducir el consumo fantasma. Sí, también tienen un pequeñísimo consumo para poder estar conectados a la red de wifi, pero es tan pequeño que resulta muy rentable por el ahorro en consumo fantasma que nos consigue.

Es verdad que se trata de una solución más cara y difícil, pues es necesario cambiar todos los enchufes que tenemos por uno inteligente. Sin embargo, su instalación no es demasiado complicada. Además, existen soluciones al alcance de todos los bolsillos. Una alternativa son los enchufes con temporizador, con los cuales podemos fijar que después de X horas el aparato se apague por completo.

Acabar con el consumo fantasma y eliminar el gasto que produce es posible si ponemos un poco de empeño y aplicamos algunas de estas soluciones. No se trata solo de una cuestión monetaria, pues también estamos consumiendo electricidad de una forma totalmente inútil. Si sumáramos todo el consumo fantasma del mundo, ¿te imaginas lo que supone eso para el medioambiente?

Ahora que ya sabes lo que supone el efecto standby ponte manos a la obra para reducirlo al máximo posible en tu hogar. Con un poco de esfuerzo seguro que lo conseguirás.